Los almohades surgen como un movimiento religioso musulmán que, agrupando a varias tribus del norte de África, en el año 1172 dominaron la península, convirtiendo a Sevilla en la nueva capital de Al-Andalus. Fue una época de progreso económico donde la cultura, las artes y los estudios filosóficos, resurgieron de la mano de Averroes y de Abentofail. Pero los almohades no contaron con el apoyo popular por la intolerancia religiosa que impusieron; mozárabes y judíos fueron perseguidos y muchos huyeron, como el filósofo Maimónides. [+/-] Mostrar / Ocultar
Tesoros bajo la Giralda
El nuevo califa almohade Abu Yacub Yusuf quiso construir una mezquita más grande que la de Córdoba, con 17 naves y un minarete tan alto, que "casi tocase el cielo", para demostrar que la fe islámica era la autentica. Las enseñanzas del Profeta debían ser abrazadas por todos, bien por propia voluntad, o por el imperativo de la espada. "Todo caerá a los pies de la verdadera fe", sentenciaba el califa.
Para la cimentación y arranque de la Giralda utilizaron restos procedentes de los monumentos romanos y visigodos. Dos de estos sillares con inscripciones latinas pueden verse en la base de la torre; dice la leyenda que debajo hay estatuas y fabulosos tesoros de la antigua ciudad romana de Itálica.
Rampas para caballos
Estos pueblos del Magreb aportaron una arquitectura basada en el ladrillo, el arco de herradura apuntada, las bóvedas decoradas a base de prismas dirigidos hacia abajo como estalactitas, mocárabes, y las sebqa, paños con forma de retícula oblicua a modo de entrelazado geométrico. Estos elementos constructivos y decorativos están presentes en cada uno de los cuatro lados de la Giralda. También los mudéjares y los nazaríes los utilizarían en sus edificios.
Su construcción comenzó en el año 1184 y finalizó en el 1198. Tiene forma de un prisma central de base cuadrada y presenta decoración de sebqa, como ya hemos indicado anteriormente, y una serie de ventanas con parteluz central, cobijadas por grandes arcos angrelados. En su interior, las rampas de subida permiten incluso el acceso a caballo.
El remate original lo constituían cuatro esferas de bronce superpuestas de distintos tamaños, colocadas el año 1198 para conmemorar la victoria sobre los ejércitos castellanos en la Batalla de Alarcos. Un terremoto en 1356 las derribaría, colocándose en su lugar un pequeño campanario.
Hechizó a los cristianos
La Giralda está considerada como el mejor ejemplo de los tres minaretes, que de su estilo, hay en el mundo: los otros son la Kotobyya de Marrakech y la gran torre de la mezquita de Al Asan de Rabat. Cuando las tropas del rey castellano Fernando III la vieron al conquistar la ciudad, despertó tal admiración, que los musulmanes solicitaron demolerla, a lo que contestó el infante Don Alfonso: "Por un solo ladrillo que le quitéis, pasaré a todos los habitantes a cuchillo".
Recreación de las distintas fases de la Giralda.
El giraldillo: Triunfo sobre el Islam
En 1556, el arquitecto Hernán Ruiz II, inició la construcción del actual cuerpo de campanas, donde se distinguen seis partes:
-El cuerpo de campanas: Rematado con la "Terraza de las Azucenas", llamada así por las cuatro jarras de azucenas de bronce, una en cada esquina, colocadas en 1751. Una de estas jarras es el emblema de la Iglesia Diocesana de Sevilla.
-El cuerpo del reloj.
-El del pozo: En el friso superior figura la inscripción bíblica en latín que recorre las cuatro caras de la torre y que traducido sería "La Palabra de Dios es la torre mas resistente".
-Las Estrellas: Primero de los cuerpos de forma circular.
-Las Carambolas o remates de piedra.
-El cupulín o esfera de bronce de color negro: Aquí se asienta "el giraldillo", famosa estatua femenina de bronce de cuatro metros de altura que representa la "Fe Victoriosa" y que acabó dando el nombre a toda la torre.
Todos estos elementos expresan arquitectónicamente el triunfo del cristianismo sobre el Islam, que en esos años aún estaba en lucha con el imperio turco en el Mediterráneo. Con sus 97’50 metros de altura y 15 metros de cimiento, es un ejemplo perfecto del crisol de culturas que tiene Andalucía. En su día fue la más alta de Europa y actualmente lo es de la ciudad.
Muy cerca de Dios
Cuando Sevilla era azotada por el Guadalquivir con sus constantes inundaciones, el clero catedralicio subía el Lignum Crucis a la Giralda para que "al tocar a las nubes" con la reliquia, dejara de llover.
La Giralda es el edificio emblemático de la ciudad que se adorna y se ilumina en los grandes acontecimientos, tantos religiosos como civiles. Al subir a ella podemos admirar la compleja estructura de ventanales, bóvedas, pináculos y arbotantes de la catedral y contemplar una de las mejores vistas panorámicas de Sevilla.
La Giralda fue declarada Patrimonio Nacional en el año 1928 y desde 1987 forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
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